La astronomía aficionada es una disciplina que ha cobrado gran importancia en el desarrollo de esta ciencia. Muchos de los descubrimientos del espacio no sólo los realizan astrónomos profesionales laborando en grandes observatorios; supernovas, cúmulos y cometas, entre otras cosas, han sido captados por aficionados que con instrumental somero y mucha paciencia, realizan importantes contribuciones.
Para introducirte en esta área no es imprescindible un telescopio o accesorios costosos. Esta afición parte por la curiosidad e interés por el cosmos, y en ese sentido, la herramienta más valiosa para explorar el cielo son nuestros propios ojos.
Participación en descubrimientos
¿Qué es una estrella?, ¿De dónde vienen los cometas?, ¿Hay vida fuera de nuestro planeta?, ¿Qué tan grande es el Universo?. Si más de una vez al dirigir tu vista al cielo nocturno te hiciste estas preguntas, o tu curiosidad te lleva a investigar más sobre el tema, probablemente sea el inicio de esta gran afición. La astronomía es una de las pocas ciencias al alcance de toda persona inquieta por saber más sobre los astros, simplemente porque el “material de trabajo”, el cielo, está siempre disponible para nosotros (¡por supuesto, si no está nublado!). Eso nos da la posibilidad de acercarnos a esta ciencia con alto grado de profesionalismo y seriedad, sin tener necesariamente un grado académico.
Existen grupos de aficionados dedicados a colaborar en la investigación científica. Muchos descubrimientos y contribuciones astronómicas en el siglo XX han sido realizados por astrónomos aficionados, destacando: el descubrimiento de Plutón, los pulsares, la supernova 1987 A, cometas célebres como el Hale-Boop, Hyakutake, Shoemaker-Levy 9 y varios asteroides.
Además los aficionados tienen récords de cometas y supernovas descubiertas, estás últimas con telescopios de fabricación casera. El aficionado ha dejado grabado su nombre en el cosmos con estos descubrimientos, y tú también lo puedes hacer.