Es nuestro planeta y el único conocido hasta ahora con vida. Es el mayor de los planetas rocosos, situado a una distancia apropiada del Sol para que no se caliente ni enfríe demasiado. Su atmósfera, la capa gaseosa que lo envuelve, proporciona un ambiente respirable, estando compuesta en 78% nitrógeno, 21% oxígeno y 1% de otros elementos. Siete de cada diez partes de su superficie están cubiertas de agua, donde sus océanos también ayudan a regular la temperatura. El agua que se evapora forma nubes y cae en forma de lluvia o nieve, formando ríos y lagos.
La corteza terrestre está formada por placas que flotan sobre el manto, una capa de materiales que en ocasiones emerge y forma volcanes. En el núcleo están los materiales más pesados, los metales. El rápido movimiento rotatorio y el núcleo metálico generan un campo magnético que, junto a la atmósfera, protege de radiaciones nocivas del Sol y otras estrellas.
La Tierra, el planeta viviente
Nuestro planeta tiene una serie de ventajas que hacen posible la vida. Tanto la distancia al Sol, el periodo de rotación y de traslación, la inclinación del eje y una fuerte y rica atmósfera, son algunos de los factores más importantes que determinan a la Tierra como un planeta rebosante de vida. Nuestro planeta puede tener estaciones del año y periodos de día y noche aceptables para no ser abrasados ni congelados antes la presencia y ausencia del Sol, respectivamente.
Nuestra atmósfera contiene varios elementos químicos, como el ozono, que nos protegen de letales radiaciones desde el espacio, filtrando rayos X y Gamma, así como parte de los nocivos rayos ultravioleta (UV). Asimismo, la atmósfera nos protege de innumerables cuerpos rocosos pequeños cercanos, la mayoría de ellos pulverizándose a gran altitud, causando el fenómeno luminoso de los meteoros. Provista de agua líquida, la Tierra provee un rico ambiente para la proliferación de organismos vivientes, cuya máxima expresión en cuanto a complejidad es la especia humana. Las plantas, por otro lado, son muy importantes en la conversión de CO2 a oxígeno mediante fotosíntesis. La existencia de agua líquida es sin duda el aspecto más crítico en la existencia de vida, sólo conocida en nuestro planeta.
La Tierra ha sido ampliamente recorrida, estudiada y fotografiada desde el espacio, desde que comenzaron a lanzarse satélites y realizarse misiones en órbita terrestre. Se ha retratado nuestro planeta con imágenes de alta resolución y múltiples tecnologías para tener una precisa topografía del planeta. Hoy existen millones de imágenes de la Tierra en toda su extensión, con lo que se ha podido saber mucho más sobre nuestro planeta, datos atmosféricos, climáticos y geográficos.
Asimismo, la exploración espacial ha permitido poner en órbita satélites de telecomunicaciones, contribuyendo a globalizar e interconectar todos los rincones del planeta. También se han emplazado telescopios espaciales e innumerables instrumentos científicos, destacando la Estación Espacial Internacional, centro de operaciones técnicas para astronautas y posible estación de partida para futuras misiones de exploración tripulada.
Tabla de datos de la Tierra
CARACTERÍSTICAS | |
Diámetro | 12.756 km |
Masa | 5,974 x 1024 kg |
Densidad | 5,52 g/cm3 |
Gravedad | 9,78 m/s2 (1 Tierra) |
Temperatura superficial | 60 ºC (máx) / -90 ºC (mín) |
Inclinación axial | 23° 44′ |
Velocidad de escape | 11,18 km/s |
Rotación | 23 h 56 m 4 s |
Traslación | 365,2422 d |
Velocidad orbital | 29,78 km/s |
Excentricidad | 0,0167 |
Albedo | 0,37 |
Distancia al Sol (media) | 149.597.900 (1 UA) |
Cantidad de satélites | 1 |