Luz zodiacal
Son tenues pero significativas áreas de luz, aunque no tan luminosas como la Vía Láctea, extendidas sobre el horizonte con una forma triangular y mucho después de la puesta de Sol. Dado que el resplandor es débil, pueden verse estrellas a través del mismo. La luz zodiacal corresponde a partículas de polvo que están esparcidas en forma de disco alrededor del Sol. A pesar que en realidad estas partículas cubren todo el cielo, su presencia sólo es evidente en el plano del horizonte. Debido a que se ve en la eclíptica, banda donde pasan las constelaciones zodiacales, es que el resplandor recibe su nombre.
Nube noctilucente
Este fenómeno se caracteriza por aparecer alrededor de 1 hora luego de la puesta de Sol. Son nubes azul plateado con una notoria forma de espiga o cuadriculada, que se forman a unos 80 km de altura, donde las temperaturas son menores de -100 ºC. La explicación para la formación de este extraño tipo de “nubes que brillan” en la oscuridad, radica en que las cantidades bajas de vapor de agua a esa altura se condensan en polvo meteórico. Suelen verse en latitudes altas (entre 45º a 60º) y el significtivo aumento de sus avistamientos posiblemente se deba a la influencia asociada de la contaminación ambiental.
Parhelio
Es un fenómeno de reflexión y refracción de la luz del Sol, que ocurre cuando éste se encuentra bajo en el cielo y existen nubes cirros altas. Al refractarse la luz en cristales de hielo hexagonales, se forman dos manchas brillantes o resplandores a ambos lados del Sol, a unos 22º (esto se debe al ángulo de refracción de los rayos luminosos); la refracción se divide en los colores del arcoiris, por lo cual en ocasiones es posible verlos en las manchas brillantes, así como cabe destacar que el parhelio sólo constituye los puntos más brillantes de un halo que rodea al Sol, pero el cual rara vez logra verse completo. Los halos se forman bajo el mismo principio meteorológico que los parhelios.