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Austrinus es el sitio de astronomía de Farid Char.
Este espacio fue inaugurado el 25/11/2000 y su nombre significa “austral” o “del sur”, en latín.

Este nombre sirve para identificar mejor el origen de sus contenidos, creados desde el hemisferio Sur: 23°39' S y 70°25' O (Antofagasta, Chile).

En astronomía, el nombre está presente en la constelación Piscis Austrinus.


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Desmitificación

Hercólubus, “planeta rojo”

Pensemos un poco. Un planeta gigante que se estuviera acercando a la Tierra, en algunas versiones citado para el año 1999, en otras para 2005 (tiempo pasado), quedando a entre 10 millones y 500.000 km de la Tierra, sería perfectamente visible desde la Tierra. Aún sin tener coordenadas celestes, un cuerpo 5-6 veces mayor que Júpiter sería muy brillante en el cielo nocturno. Tratándose de un planeta gaseoso, cabría pensar que su atmósfera probablemente esté compuesta de hidrógeno y helio y tenga características similares a un Júpiter “quintuplicado”; entonces su albedo también sería similar al de Júpiter, y por tanto reflejaría la luz del Sol con similar intensidad; ergo, si Hercólubus estuviera tan cerca como Júpiter (que dista a unos 778.000.000 de km del Sol), brillaría a una magnitud de -10, casi 3 veces más brillante que Venus.

Si estuviera a unos 10 millones de km, su tamaño aparente sería monstruoso. Aún en el caso que este planeta no fuera apreciable al rango visible, sí lo sería al infrarrojo, y sería fácilmente identificable con el telescopio espacial Spitzer y tecnologías similares en Tierra.

En segundo lugar, tenemos el supuesto sistema solar Tylo (también citado como Tylar). En las múltiples referencias donde se habla de Hercólubus no existe una sola imagen que muestre la ubicación precisa de este supuesto sistema, desde el cual podría observarse tanto al supuesto Hercólubus mientas se acerca a nosotros, así como detectarse los otros 5 planetas que también orbitarían a esta estrella. El único “mapa astronómico” del sistema Tylo disponible es el que aparece junto a este texto; lógicamente, lo único que se ve son órbitas erráticas de una estrella que no se enmarca en ningún sistema de referencia: no se sabe qué tipo de estrella es, en qué constelación está, su magnitud… nada.

Lógicamente, en ausencia de una mínima cantidad de evidencias que apoyen la existencia de dicho planeta gigante, no hay razón alguna para asumir que esta teoría es cierta. Aparte de ello, las referencias disponibles al respecto son contradictorias y ninguna ofrece datos científicos comprobables. No obstante, después de buscar un poco, existe un dato que puede ayudar a comprender de dónde se generó esta tremenda confusión de tipo apocalíptico: y es que Hercólubus no es el único nombre con que se conoce a este supuesto planeta gigante; también se lo conoce como NibiruAjenjo o Barnard I. El nombre Ajenjo aparece en las escrituras bíblicas, y refiere a una estrella que causa una enorme catástrofe en la Tierra. No es la idea de esta sección (ni considero útil) entrar a polemizar un texto religioso, por tanto sólo me centraré en la segunda acepción, Barnard I, que en realidad tiene más utilidad porque representa muy posiblemente el origen del mito Hercólubus.

Estrella de Barnard… ¿el origen del mito?

Barnard I (también llamada Estrella de Barnard) es una estrella de tipo enana roja en la constelación de Ofiuco. Fue descubierta por el astrónomo Edward E. Barnard, y es un objeto bastante curioso en astronomía por dos simples razones: 1) es la 2º estrella más cercana a nosotros (se encuentra a 5,9 años luz) después del sistema triple de Alfa Centauri (4,3 años luz) y 2), es la estrella con mayor movimiento aparente desde la Tierra (10,29 segundos de arco); se mueve muy rápidamente a unos 105 km/s en nuestra dirección, por lo cual se espera que en unos 8.000 años se halle a 3,8 años luz y se convierta en la estrella más cercana a la nosotros, superando al sistema Alfa CEN.

Es apenas más grande que Júpiter y tiene una magnitud de +9,5, por cuanto se necesita un telescopio para verla. Debido una cualidad de las estrellas enanas rojas, sus reacciones químicas hacen que emitan muy poca luz y sean objetos sólo visibles al telescopio (de aquí podría venir que Hercólubus sea “invisible” o que también se lo conozca como “planeta rojo”).

En síntesis, este es otro de esos típicos casos en que se pretende utilizar un falso acontecimiento astronómico para anunciar una supuesta catástrofe en la Tierra; basado en la ausencia de datos comprobables, aunque más probablemente de una presentación disfrazada de villano de la estrella de Barnard. Para tener información fidedigna sobre objetos reales cerca de nosotros, recomiendo visitar la web del programa Objetos Cercanos a la Tierra (NEO, por sus siglas en inglés): http://neo.jpl.nasa.gov.