Existen distintos fenómenos celestes de carácter posicional, es decir, cuya naturaleza está relacionada a cambios en la posición de los astros y resultando en un evento significativo al observarse desde la Tierra. Aquí encontramos a eventos que ocurren en momentos específicos y pueden ser predichos fácilmente (ej. mediante herramientas online o software), para planificar su observación. La mayoría no tiene ningún efecto asociado en nuestro planeta, salvo proporcionar una interesante instancia para contemplar y/o fotografiar.
Tal vez el fenómeno celeste más conocido y que más importancia se le ha dado en las culturas antiguas. Ocurre cada vez que la Luna nueva pasa justo entre el Sol y la Tierra, ocultando el disco solar por algunos momentos. Coinciden dos curiosas variables: el Sol es 400 veces más grande que la Luna, pero ésta a su vez está 400 veces más cerca de la Tierra que el Sol.
Por tanto, el disco solar y lunar se ven prácticamente del mismo tamaño, posibilitando los eclipses . No hay eclipses cada vez que hay Luna nueva, puesto que su órbita tiene una inclinación de 5º respecto a la eclíptica, y la mayor parte del tiempo la Luna cruza por encima o debajo del Sol. En un año ocurre un mínimo de 2 eclipses, de cualquier tipo. Los eclipses se catalogan según la porción de Sol que queda cubierta, teniendo:
- Eclipse solar total: La Luna tapa completamente al Sol (instante que puede durar hasta ~7 min y ocurren en promedio cada 18 meses).
- Eclipse solar anular: La Luna pasa delante del Sol, pero si nuestro satélite está en su apogeo (distancia más lejana a la Tierra), su disco se ve ligeramente más pequeño que el solar y no lo cubre completamente -el eclipse tiene forma de “anillo”; son 20% más frecuentes que los eclipses totales.
- Eclipse solar parcial: La Luna tapa parte del Sol (instantes que pueden durar hasta ~4 hrs y son más frecuentes que los totales y anulares).
Un par de curiosidades en torno a los eclipses, es que cuando este fenómeno ocurre en su totalidad es posible ver la corona solar, hecho bastante impresionante; a nivel aficionado, esto sólo puede practicarse con filtros adecuados, y en ningún caso se debe mirar directamente al Sol; como segunda curiosidad, destaca que los eclipses solares tienen tiempo limitado.
La Luna se aleja unos 3 cm de la Tierra cada año, con lo cual lenta pero progresivamente la Luna dejará de tapar completamente al Sol; ya no habrán eclipses totales, sino a lo más se verán anulares. Abajo se muestra la dinámica que presentan los eclipses solares.
Eclipses de Luna
Un eclipse de Luna tiene mucha mas duración que uno de Sol (alrededor de un par de horas), lo cual presenta una gran ventaja para su observación. Ocurre cuando la Luna llena pasa a través del cono de sombra de la Tierra, “ocultando” por momentos el disco lunar; aunque a primera vista lo lógico sería que la Luna quede oculta, en realidad ésta se sigue viendo, pero adquiriendo una coloración rojiza: esto se debe a la influencia de polvo en suspensión y concentración de ozono en la atmósfera.
La periodicidad de eclipses lunares es variable, pudiendo no ocurrir ninguno durante el año, o bien ocurrir hasta un máximo de 3 de ellos. Así como en los eclipses solares, los lunares también se catalogan según la porción de Luna que quede “oculta” por el cono de sombra o las cercanías de él, teniendo:
- Eclipse lunar total: La Luna está totalmente cubierta por el cono de sombra terrestre (umbra); se alcanza el máximo grado de tonalidad “oscurecida”.
- Eclipse lunar parcial: La Luna está parcialmente cubierta por el cono de sombra terrestre; sólo una porción lunar se verá “ocultada” y el resto seguirá igual de iluminada.
- Eclipse lunar penumbral: La Luna está parcial o totalmente dentro del área penumbral que rodea el cono de sombra terrestre, por lo cual no estará totalmente “oscurecida”.
Los eclipses lunares, a diferencia de los solares, pueden observarse directamente sin ninguna protección o filtro especial, ya sea a simple vista o mediante algún instrumento óptico. Abajo se muestra la dinámica que presentan los eclipses lunares
Conjunción
Se denomina así a una posición relativa que adoptan dos o más cuerpos celestes en el cielo. Cuando un objeto pasa por delante o muy cerca de otro (ej. un planeta pasando por delante de una estrella). Lógicamente estos cuerpos no se encuentran cerca ni se “chocan” entre sí, es simplemente un efecto del movimiento orbital, en donde tanto los planetas, la Luna y el Sol van variando su posición, al igual que las estrellas durante el año, por su movimiento aparente. En este fenómeno destacan dos subclasificaciones:
- Conjunción inferior: Ocurre sólo en planetas con órbita interior respecto a la Tierra (Mercurio y Venus), cuando éstos pasan por delante o muy cerca del Sol; cuando pasan por delante ocurren los llamados “tránsitos”.
- Conjunción superior: Ocurre tanto en planetas con órbita interior respecto a la Tierra (Mercurio, Venus) y exterior (Marte, Júpiter, Saturno, Urano, Neptuno), cuando éstos se encuentran relativamente alineados con el Sol y la Tierra, es decir escondidos detrás del disco solar.
Oposición
Se llama así al momento en que un planeta se encuentra diametralmente opuesto al Sol en el cielo, respecto a un observador terrestre. Aquí se da una “línea recta” entre en el Sol, la Tierra y el planeta (en ese orden), lo cual sólo puede ocurrir con la Luna y los planetas exteriores (Marte, Júpiter, Saturno, Urano y Neptuno). Cuando un planeta se encuentra en oposición es el mejor periodo para observarlo, ya que se encuentra a su mínima distancia de la Tierra y su diámetro visible es mucho mayor.
Las observaciones pueden ser más o menos favorables, dependiendo del punto de la órbita en que se produce la oposición (también llamada acercamiento); si se produce cerca del perihelio del planeta (su mínima distancia al Sol) la observación será más favorable; si se produce cerca del afelio del planeta (su máxima distancia al Sol) la observación será menos favorable.
Tránsito
Se denomina así al momento en que un cuerpo celeste pasa por delante de otro cuerpo más grande, por lo cual éste último se ve parcialmente bloqueado. Pueden verse tránsitos cuando los satélites de Júpiter pasan por delante de él, como también cuando los planetas de órbita interior respecto a la Tierra (Mercurio y Venus) transitan el disco del Sol, que al observarse se aprecia como una pequeña “mancha” circular pasando por delante de nuestra estrella.
Un eclipse solar es también un tránsito, pues en este caso la Luna pasa por delante del Sol, aunque de forma mucho más espectacular porque lo cubre completamente (simplemente debido a una coincidencia de tamaños aparentes).