Los cuerpos menores del Sistema Solar son aquellos que orbitan en torno al Sol y que no corresponden a un planeta, ni planeta enano ni satélite. Por lo tanto, son cuerpos menores los cometas, asteroides y meteoroides. En base a la definición oficial de planeta por la Unión Astronómica Internacional (IAU), es posible definir como cuerpo menor del Sistema Solar a “todo cuerpo celeste que, sin ser satélite, no haya logrado suficiente tamaño/masa para adoptar un equilibrio hidrostático“.
Una particularidad de los cuerpos menores es que son muy pequeños, y por lo tanto difíciles de identificar. De hecho, son objetos que se están descubriendo continuamente y cuya cantidad total sólo puede ser estimada en base a diversas observaciones. Cada año se descubren cometas nuevos, los cuales provienen principalmente de la Nube de Öort; lo propio ocurre con los asteroides, que se hallan principalmente en el cinturón entre Marte y Júpiter, pero hay muchos otros sin una órbita definida, otros cercanos a la Tierra (NEOs, Near-Earth Objects) y otros potencialmente peligrosos (PHAs, Potentially Hazardous Asteroids).
Por otro lado, el número de meteoroides es prácticamente ilimitado, ya que comprende objetos de tamaño que va desde 100 µm hasta 50 m. Aquí se encasilla la gran mayoría que terminan desintegrándose en la atmósfera terrestre y generando destellos fugaces (de 1 a 3 segundos) conocidos como meteoros.
Una descripción más completa de cada integrante del grupo de los cuerpos menores, está disponible como parte de las subsecciones de la columna derecha.