Telescopio catadióptrico
También llamados híbridos, constituyen una combinación del uso de lentes y espejos. Esta configuración presenta diversas variaciones, pero la más conocida es la Schmidt-Cassegrain (también llamado “Cassegrain clásico“). Ésta cuenta con un sistema óptico de una lente correctora situada en la parte superior del tubo, por donde la luz ingresa hasta impactar un espejo parabólico con una abertura en el centro; la luz rebota hasta un espejo hiperbólico secundario que refleja la luz de vuelta, pasando por dicha abertura hasta llegar finalmente a un ocular, donde se enfoca y se forma la imagen.
Ventajas y desventajas
Ventajas
– Gran facilidad de uso y muy compactos, sin que ello suponga una longitud focal corta
– La lente correctora le permite corregir la aberración esférica
– El tubo es cerrado y no está expuesto a polvo o turbulencias del aire en su interior
– Requieren poco mantenimiento
Desventajas
– Puede sufrir la aberración “curvatura de campo” (corregible con un accesorio Reductor/Corrector)
– Sufre pérdida de contraste y nitidez, por el espacio que ocupa el espejo secundario frente al tubo
– Son aparatos cuya sofisticación los hace más caros que otros modelos.
Este diseño es el más eficiente, puesto que combina la mejor de los anteriores y elimina problemas de los reflectores, además que su configuración lo hace muy compacto pero con una gran distancia focal. Además de la configuración Schmidt-Cassegrain, también existe la Maksutov-Cassegrain, cuyos espejos primario y secundario son esféricos, y la Ritchey-Chretien, cuyos espejos primario y secundario son hiperbólicos. Esta variante la usan actualmente casi todos los telescopios profesionales. Su avanzado sistema también hace a estos telescopios los más costosos para propósitos aficionados.
Junto con considerar estas características de los principales tipos de telescopios, el aficionado también ha de tener en cuenta la montura, oculares y accesorios que mejor se ajusten a lo que desea lograr con su instrumental.