Un concepto clave para orientarse: la bóveda celeste.
Entender la bóveda celeste es fundamental para poder imaginarse de manera correcta lo que ocurre en el cielo, así como tener las nociones apropiadas en casos de aplicación (ej. astrofotografías).
Dependiendo de nuestra latitud, entonces, veremos las estrellas moverse de distinta manera en el cielo, tal como pasará a explicarse en los ejemplos siguientes:
Si estuvieras en el polo Norte (90º N) todas las estrellas parecerán estar rotando en torno al polo norte celeste hacia el cenit (justo encima de tu cabeza), y durante la noche las estrellas nunca salen o se ponen.
Si estuvieras en el ecuador (0º), estarás alineado perpendicularmente al eje de rotación terrestre. Desde tu punto de vista, las estrellas se desplazan en línea recta saliendo desde el Este, desplazándose y poniéndose en el Oeste. Los polos celestes se encontrarán exactamente a nivel del horizonte Norte y Sur.
Si estuvieras en Seattle (47º N) todas las estrellas ahora parecen girar en torno a un punto ubicado a 47º de altitud sobre el horizonte en dirección Norte.
Si estuvieras en Los Angeles (34º N), todas las estrellas ahora parecen girar en torno a un punto ubicado a 34º de altitud sobre el horizonte en dirección Norte. El polo celeste (Norte o Sur) estará ubicado a un número de grados sobre el horizonte igual a tu latitud (Norte o Sur) en la Tierra.